domingo, 9 de agosto de 2009

dominical..

Aunque despierte gruñiendo, y mis ojos sean dos peñascos desplomados, y te arañe como animal y me haga de lado; aunque me meta bajo la sábana como una oruga flatulenta y apriete los dientes para morder los restos de la noche; aunque me apeste la boca y tenga lagañas y mi peinado luzca como una estopa clandestina; aunque el sol aúlle y yo no lo escuche, aunque me encabrone: nada es mejor que despertar a tu lado.

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