lunes, 31 de agosto de 2009

Reidad....(otra forma de entenderla)

Cerrar los ojos e intuir que nada podrá reparar tus daños es reencontrarse con la paz verdadera. Los sueños son un desperdicio y una distracción; residuos confusos de pulsiones vulgares, fragmentos delirantes de tu imposibilidad de ser algo más que la partícula prescindible que eres; muecas inconfesables del subconciente aterido frente a su debilidad; remedos de divinidad volátil. No envidio a la gente que sueña, incluso me parece vulgar recordar un sueño. Nadie más patético que aquel que en los primeros segundos del día, aún no sabe si está en este mundo o en aquel, para ese, la vida será la intermitente falacia del animal.

1 comentario:

Adrián Naranjo dijo...

Ah bueno, es un alivio haber tomado un día esa medicina que me atrofió el aparatito de los sueños.
Y si, esa operación de desembarco, el saber que todo está quebrado y beyond repair, es un amargo sonreir, un tristísimo gesto de humanidad.