jueves, 5 de noviembre de 2009

genética, naturaleza y hombre

Observo en la esterilidad un rasgo de inteligencia genética. En el futuro hablar de naturaleza humana será contranatura. Un arcaísmo que sonrojará a la frígida biogenética. Cuando el hombre dice dominar la naturaleza le brota el orgullo por doquier. Luego, cuando la naturaleza responde les llama desastres, catástrofes y toda una serie de eufemismos para encubrir su responsabilidad. Hoy por hoy lo que nombramos como inteligencia es un artificio, una modalidad predatoria, un signo de la extinción del futuro, la contradicción de la supuesta fuerza vital que impulsa a la especie a continuar. Ergo la inteligencia es la antítesis de la vida. Cada idea difundida le cuesta al planeta árboles, o en su defecto, emanaciones producidas por hidrocarburos. La caldera global.

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