sábado, 16 de enero de 2010

fragmentos....

  • hace muchos años conocí el drama de la mano de unos indígenas de Oaxaca. Recuerdo que ellos custodiaban con un celo feroz una fogata mientras yo custodiaba con la misma actitud mi lap top.
  • Preferiría alimentar a un perro que a un ser humano.
  • Una de las formas en que el tiempo se anula es en la tradición. Voluntad suicida, quietud incompetente donde el pasado y su gloria otorgan la desesperanza suficiente para continuar.
  • ¿Qué sería de los humanos sin “la suspicacia”? La sospecha es una nodriza sustituta que mantiene al hombre en un estado infantil.
  • No es coincidencia que “los grandes” mexicanos vivan fuera de México.
  • Geológicamente México es una coincidencia, un accidente. En el marco de La historia, un episodio ridículo.
  • Cuando hablamos de lo primordial, en realidad no hablamos: consentimos.
  • Un día me di cuenta de que hablar de mis posiciones en la vida me convertía en un bufón interesante; desde entonces anhelo el momento en que me de a entender a bufidos.
  • El día que entendamos que cada ser humano es para la tierra “un extranjero” superaremos la vulgaridad del nacionalismo.
  • De lo único que le sirve a un recoge boletos leer el periódico, es para hacer con más amargura su trabajo.
  • Puedo respetar más a un hombre que se comunique con gruñidos, que a un artista o un intelectual; aunque, no está demás decirlo, debo alejarme de inmediato de lo que respeto; en cambio me complace convivir con lo que rechazo.
  • A veces también quisiera rendirme a lo básico y no solamente usar lo básico como plataforma de lo otro ¿aparte de “lo básico” existe cosa más humana?
  • La mayoría de los hombres son inteligentes, pero sin cultura, su inteligencia apenas rebasa las habilidades de un delfín u otras bestias amaestradas.