miércoles, 18 de mayo de 2011

Fulana y las orillas.


Fulana es morena. Del único color que puede ser la vida en el desierto. Ignoro quién, cómo y porqué pudo suponer lo contrario y deducir rasgos de luna, de nieve y cocaína en un cuerpo que, de otro modo me habría puesto la mente en blanco, el espíritu traslúcido y pálida la vida. 
Pero no por ello Fulana dejó de ser nube morena que para mí llovía, nevaba y traslucía.
Recuérdese que en el desierto solo hay vida en las orillas. 

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