Se
abren los candados:
bocas que son llaves
y cierran la mente.
Se
abre un pacto en lo profundo;
lenguaje
perforado, sentido;
piedra
inquieta de la voz,
raíz
que canta un soneto de sombras.
Se crea
una zona libre de color;
lo
vacío del blanco,
lo
tibio del verde,
la
nebulosa felpuda del gris.
Ocurre
un deslizamiento
cae
el viento sobre la tierra
su
lengua invisible
sus
árboles volcados como erizos
sobre
la tierra.
Ocurre
el hombre y ocurre la mujer;
ocurren
por lo que son,
ocurren
en la piel,
se
sueñan y plasman
–son,
la indumentaria
momentánea
de su sombra-.
Se
abre la vida:
hierve
vibra
desgarra.
Y el mundo
se cierra entre las
pestañas
y las piernas.
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